Caminando buscando tu mano, no encuentro algo y menos tu piel, el viento se rie gritando, me despeina y me hace caer.
Y es que aun no te supero, el oirte da miedo, y ni hablar el verte de pie, aun que lo que me da energía son esos abrazos que solía tener...
La hora no pasa y me cuesta acostarme en mi cama solo otra vez, desde que no estás las sabanas son clavos, y las plumas restos de la botella del vino de ayer. Por las noches yo sueño despierto con esa promesa de uno de esos dias de ayer: "que siempre estarías a mi lado", desde que te fuiste no te he vuelto a ver.
Y es cuando viene el llanto y con él trae al regaño, los por qué, las drogas, el vino, el tabaco y asi todos ellos se vuelven aliados, me relajan y me acurrucan para hacerme dormir...
La calle largo de São Domingos
Hace 4 semanas.